ADVERTENCIA CONTRA LAS POLÍTICAS DE AJUSTE SOBRE CIENCIA Y TÉCNICA

Carta de 68 ganadores de premios Nobel en apoyo a la ciencia argentina

Respaldo internacional a la investigación científica y el desarrollo tecnológico nacionales


El 6 de marzo de 2024 se dio a conocer públicamente, a través de redes sociales y medios de comunicación, una carta elaborada y firmada por 68 ganadores y ganadoras de Premios Nobel en apoyo a las actividades de investigación científica y desarrollo tecnológico en instituciones estatales de la República Argentina.

Dirigida al Presidente de la Nación, al Jefe de Gabinete de Ministros, al Presidente del CONICET y a representantes del Congreso Nacional, la carta señala la situación alarmante que atraviesa el complejo científico-tecnológico nacional:

«Observamos cómo el sistema argentino de ciencia y tecnología se acerca a un peligroso precipicio y nos desalientan las consecuencias que esta situación podría tener tanto para el pueblo argentino como para el mundo. Vemos con preocupación la eliminación del Ministerio de Ciencia y Tecnología, el despido de empleados administrativos del CONICET y otros institutos en todo el país, y la terminación anticipada de muchos contratos el próximo mes. Tememos que Argentina esté abandonando a sus científicos, estudiantes y futuros líderes de la ciencia. Nos preocupa que la dramática devaluación de los presupuestos del CONICET y las Universidades Nacionales refleje no sólo una dramática devaluación de la ciencia argentina sino también una devaluación del pueblo argentino y del futuro de Argentina.»

La carta repasa aportes de la ciencia nacional al conocimiento compartido por la comunidad internacional. «Como ciudadanos del mundo, nos beneficiamos de este legado». Además, y en la misma clave que el concepto de autonomía tecnológica desarrollado por referentes como Jorge Sábato de lo que fue la escuela de Pensamiento Latinoamericano de Ciencia, Tecnología y Sociedad, los autores y autoras ponderan la relevancia para un país de contar con investigación científica y desarrollo de tecnología propios:

«Creemos en el ideal de que los países que invierten en nueva ciencia compartan sus tecnologías y sus beneficios, pero seríamos ingenuos si no comprendiéramos que cualquier país que dependa únicamente de este espíritu comunitario perderá rápidamente su independencia económica. Algunos problemas, oportunidades y soluciones son globales y quizás confiar en el conocimiento y los esfuerzos de otros pueda funcionar en esos casos. Pero muchos problemas, oportunidades y soluciones son locales, regionales o nacionales, y no debe haber expectativas de que las inversiones y los inversionistas de otras naciones proporcionen el conocimiento y los recursos necesarios para abordar esos problemas. Sin una infraestructura para la ciencia, un país cae en el desamparo y la vulnerabilidad, sin desarrollar su propia tecnología para avanzar, ni capacitar a las personas ni desarrollar la infraestructura necesaria para aplicar el conocimiento científico y tecnológico de otros a los problemas regionales, nacionales y locales. ¿Dónde dejaría a la Argentina una situación así?»

La carta argumenta que «Argentina tiene una base científica notable sobre la cual construir, si hay voluntad»:

« Argentina es el único país de la región que ha desarrollado su propia vacuna contra el Covid-19, construido y lanzado satélites de comunicaciones y diseñado y construido reactores nucleares de próxima generación que no sólo han sido exportados sino que también generarán un suministro interno de radioisótopos cruciales para uso médico. Próximamente se inaugurará un nuevo laboratorio de terapia de protones, único en el hemisferio sur. Un proyecto multinacional liderado por científicos argentinos de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) ha instalado el potente radiotelescopio QUBIC a 5.000 metros de altitud en la Puna, en Salta. Este telescopio explorará los primeros milisegundos del universo inmediatamente después del Big Bang. Argentina ocupa el décimo lugar en el mundo por número de empresas de biotecnología, un logro llamativo que promete grandes avances en medicina y agricultura. Utilizando ingeniería genética, un grupo financiado con fondos públicos ha desarrollado exitosas variantes genéticas de trigo que son resistentes a la sequía, ampliando así las fronteras de cultivo de cultivos esenciales. Los científicos argentinos se destacan en muchas áreas, incluyendo geología, paleontología, bioquímica, biología molecular, neurociencias, inmunología, ecología, física, arqueología y estudios ambientales, atmosféricos y sociales.»

Y añade:

«Todos estos avances han sido consecuencia del apoyo gubernamental a la investigación básica. El progreso económico y social en las sociedades modernas y la creación de riqueza a partir de los recursos naturales de un país están estrechamente vinculados a una fuerte inversión pública en ciencia y tecnología.»

La carta insta a las autoridades nacionales a otorgar el presupuesto necesario para el funcionamiento de las instituciones públicas de Ciencia y Técnica y para la promoción y ejecución de actividades científico-tecnológicas.

Finaliza con una advertencia:

«Congelar los programas de investigación y disminuir el número de estudiantes de doctorado y de investigadores jóvenes provocará la destrucción de un sistema que tardó muchos años en construirse, y que requeriría muchos, muchos más para ser reconstruido»

El texto completo de la carta en inglés y su traducción al castellano pueden encontrarse aquí.